Hablemos sobre modelos educativos alrededor del mundo

 ¡Hola a todos!

Hoy quiero daros mi opinión sobre los distintos modelos educativos que hemos visto en clase e intentar ver si podrían implantarse en nuestro país, por supuesto, basándome en mi experiencia personal. Vamos allá.

Antes de hablar de España, vamos a ver una serie de rasgos característicos de cada uno de estos sistemas:

1- Corea del sur: ¿Cómo definiríamos el sitema educatio de Corea del sur? Estricto y riguroso. Los estudiantes pasan doce horas al día dentro y fuera de las aulas afanados en su estudio. La mentalidad coreana defiende que el éxito se consigue mediante el trabajo duro y no sólo a través del talento.

2- Finlandia: El sistema educativo finlandés se suele definir como flexible y basado en la motivación del estudiante. Los jóvenes pasan en torno a cinco horas en las aulas, dentro de las cuales se incluyen almuerzos descansos.

3- Japón: La alta inversión tecnológica y un currículo estandarizado caracterizan a este modelo. Los cursos escolares cuentan con unos 240 días de clase, además de una serie de tutorías personalizadas.

4- Holanda: El sistema educativo de Holanda favorece el aprendizaje autónomo, tiene en la base el empleo de las nuevas tecnologías y fomenta a la par la colaboración entre estudiantes y la individualidad de los mismos.

5- Canadá: Canadá destaca por su educación bilingüe, la facilidad que presenta para que los estudiantes extranjeros se incorporen a su sistema y el fomento de la investigación, especialmente en materia medioambiental.

6- Singapur: En el sistema educativo de singapurense destaca una doble exigencia: hacia los docentes, pues deben estar en constante actualización y formación, por un lado, y con los alumnos, quienes demuestran su compromiso mediante excelentes resultados.

7- Reino Unido: Este sistema educativo destaca por la constante innovación y el empleo de las nuevas tecnologías. Tiene una carga en contenidos mucho más reducida, con lo que pretende aumentar las competencias de sus estudiantes reduciendo la exigencia.

8- Rusia: El sistema Ruso está organizado por el Estado. Los estudiantes se forman desde temprana edad en pontenciar sus capacidades tanto físicas, como intelectuales. Cada escuela tiene un currículo propio, aunque este debe adaptarse a las exigencias del Estado.

9- Estonia: Estonia facilita a sus estudiantes profundizar en los temas que sean de su interés en los últimos años de su formación. Cuentan, además, con institutos educatvos vocacionales, que los orientan hacia una vida laboral acorde con sus intereses.

Vistos estos nueve ejemplos ¿qué podemos hacer en España?

Se suele decir que España es un país con una carga de contenidos por asignaruta descabellado, pero ni por asomo se acerca a la cultura del esfuerzo claramente visible en Corea del sur. Contrasta con esto la filosofía Finlandesa, la cual confía en la responsabilidad y en el afán por el conocimiento del alumnado. Nuestro modelo está claramente más cerca de la de Corea.

De Japón nos tendría que llamar la atención la inversión tecnológica, pero especialmente el currículo estandarizado de los estudiantes, pues es el principal rasgo de igualdad que podemos garantizar desde un país que aspire a tal meta. En Rusia el modelo es muy similar, aunque un tanto más flexible, pues permite a ciertas escuelas especializarse en ciertas ramas del conocimiento.

En el modelo educativo holandés potencia tanto la colaboracón, como la individualidad de los estudiantes, elementos que no debemos perder de vista y que pueden desarrollarse a la par con actividades en grupo y momentos de recogimiento personal. El acceso a tan temprana edad a las nuevas tecnologías es un tema peliagudo, pues puede crear dependencia en los jóvenes, aunque habrá que esperar aún algunos años más para poder sacar conclusiones más objetivas al respecto.

Los paralelos con el sistema canadiense, a grandes rasgos, son amplios: bilingüismo, integración... Quizás se nos queda en el tintero la materia de investigación, importantísima para el desarrollo de cualquier sociedad. El Reino Unido también es pionero en investigación y ha adoptado alguna medida parecida a la que se intenta aplicar en España: la reducción de la carga de los contenidos. A menor exigencia, más éxito de los estudiantes, con la consiguiente motivación que propicia un mayor interés por el conocimiento y, en última instancia, arroja unos mejores resultados.

¿A quién no le han preguntado de pequeño eso de qué te gustaría ser de mayor? La vocación, como es evidente, es algo fundamental y, por desgracia, un elemento desatendido en nuestro país. Mandamos a nuestros jóvenes a programas universitarios de cuatro años, como poco, que no les garantiza nada en caso de abandonarlos a medio camino. Los centros educativos vocacionales de Estonia son una buena alternativa para aquellos que aún no saben a qué quieren dedicarse o en qué destacan. No es necesario llegar a cierta edad para esto; si formamos de forma adecuada a nuestros docentes y elaboramos informes personalizados sobre cada alumno, que los acompañe a lo largo de sus años académicos, podrmos entre todos, orientar a aquellos que lo necesitan. Por supuestono este esfuerzo del profesorado será en vano si sus proyectos no cuentan con el apoyo de las familias, pues son la otra cara de esto que llamamos "educación".

Por último, no debemos olvidar que muchos de los elementos comentados dependen en gran medida de la sociedad en la que se educan los jóvenes y lo que aquí hemos pretendido es el empleo de unos datos generales a modo de panorámica y no como un estudio científico.

¡Nos vemos en la próxima entrada!